Cuidado de la persona del demente

Abstract

El art. 464 del C.C. admite que una persona pueda ser curadora del demente y no tener su cuidado inmediato porque "después de expresar que este cuidado puede encomendarse a un curador, agrega que la persona llamada a heredarle no puede encargarse de él, con lo cual advierte al juez que el curador a quien se confíe ese cuidado ha de ser persona que no se halle en ese caso". Si no pudiera ser curador esa advertencia habría sido inútil porque jamás se presentaría el caso. Concluyendo, si el cuidado personal del pupilo no es de la esencia de la guarda, es absurdo desprender de la prohibición para ejercer su cuidado una incapacidad para desempeñarla y, en el caso del demente, tal prohibición debe interpretarse en forma análoga lo dispuesto en el artículo 430 CC, arriba transcrito, es decir el curador no podrá encargarse del cuidado más cercano pero conservará la supervigilancia, lo cual quiere decir que no podrá tener al pupilo demente en su casa, pero continuará velando por él